¿Qué vas a encontrar aquí?
- 1 Hoy es un día como otro cualquiera en la piscina. Estás entrenando bien y, por lo general, estás bastante contento con los progresos que has realizado desde que comenzaste a nadar. Estás fuerte y, ciertamente, nadar ya no te cuesta tanto como al principio. Nadas algo más rápido, eso es indiscutible. En general, te encuentras bastante satisfecho. Así que ahí estás comenzando una nueva serie de las de 100m de las “rapiditas”, cuando de repente, en la calle de al lado, una niña que no debe tener más de 10 años se lanza al agua entre risas con sus compañeros y te adelanta volando sin esfuerzo aparente. Ahora te da la impresión de que apenas avanzas y, antes de que te des cuenta, esa misma niña ha ejecutado un volteo perfecto y ya nada de vuelta, ligera, piernas y brazos en perfecta sincronización.
- 2 Entonces piensas: “Pero ¿qué..? ¿Cómo puede ser eso? ¡Si es solo una niña! ¡Si los músculos de mis brazos y piernas son el triple que los suyos!”
- 3 Suele decirse que la natación es 80% técnica y 20% condición física. Quizás esos porcentajes sean algo exagerados y, sobre todo, matizables.
- 4 “Es indudable que la eficiencia es más determinante que la forma física sobre la velocidad de nado, principalmente porque el medio acuático es 800 veces más denso que el aire y saber cómo moverse correctamente en este medio adverso es fundamental.”
- 5 Existe un extremo muy habitual repleto de triatletas completamente obsesionados con la técnica de natación, que utilizan mil y un artilugios y piensan demasiado mientras nadan.
- 6 “La condición física en natación tiene una gran importancia, y mucho más para los nadadores de largas distancias como los triatletas”.
- 7 “La natación es una actividad deportiva con elementos diferenciales muy importantes”
- 8 En natación, la parte más determinante de la propulsión y, por tanto, de la velocidad depende del uso prolongado de un grupo muscular muy particular que no estamos habituados a utilizar para esta tarea: el tren superior.
- 9 “La mayor parte de nosotros, por muy en forma que estemos, carecemos de una óptima adaptación neuromuscular del tren superior que nos permita nadar largas distancias”.
- 10 “¿Meto más metros o hago más técnica? La respuesta más correcta sería: depende. Y depende fundamentalmente de en qué lugar se encuentra tu natación, de tus capacidades, de tu pasado como nadador, de tu morfología etc”
- 11 “Podemos afirmar sin riesgo a equivocarnos que cualquier persona con cierta forma física en otros deportes que no sea capaz de nadar a menos de 2min/100m durante al menos 400 m necesita priorizar la técnica”
Hoy es un día como otro cualquiera en la piscina. Estás entrenando bien y, por lo general, estás bastante contento con los progresos que has realizado desde que comenzaste a nadar. Estás fuerte y, ciertamente, nadar ya no te cuesta tanto como al principio. Nadas algo más rápido, eso es indiscutible. En general, te encuentras bastante satisfecho. Así que ahí estás comenzando una nueva serie de las de 100m de las “rapiditas”, cuando de repente, en la calle de al lado, una niña que no debe tener más de 10 años se lanza al agua entre risas con sus compañeros y te adelanta volando sin esfuerzo aparente. Ahora te da la impresión de que apenas avanzas y, antes de que te des cuenta, esa misma niña ha ejecutado un volteo perfecto y ya nada de vuelta, ligera, piernas y brazos en perfecta sincronización.
Entonces piensas: “Pero ¿qué..? ¿Cómo puede ser eso? ¡Si es solo una niña! ¡Si los músculos de mis brazos y piernas son el triple que los suyos!”
La respuesta te la puedes imaginar: la niña nadadora no está tan fuerte como tú ni tiene tus músculos ni tu capacidad aeróbica: simplemente ha aprendido a ser más eficiente en el agua con una técnica de nado más depurada que la propulsa mucho más rápido y con menos esfuerzo.
Suele decirse que la natación es 80% técnica y 20% condición física. Quizás esos porcentajes sean algo exagerados y, sobre todo, matizables.
Suele decirse que la natación es 80% técnica y 20% condición física para poner de manifiesto la enorme importancia que tiene la realización de un buen gesto técnico en este deporte y los efectos que una mejora en la eficiencia puede tener sobre la velocidad de nado. Quizás esos porcentajes sean algo exagerados y, sobre todo, matizables -como veremos- pero es indudable que la eficiencia es más determinante que la forma física sobre velocidad de nado. ¿Por qué? Pues principalmente porque el medio acuático es 800 veces más denso que el aire y saber cómo moverse correctamente en este medio adverso es fundamental. Consecuentemente y a diferencia de lo que ocurre en otros deportes como el ciclismo o la carrera a pie, es muy probable que puedas nadar más rápido aprendiendo o desarrollando algunas habilidades básicas sin necesidad de estar en una forma física impresionante.
“Es indudable que la eficiencia es más determinante que la forma física sobre la velocidad de nado, principalmente porque el medio acuático es 800 veces más denso que el aire y saber cómo moverse correctamente en este medio adverso es fundamental.”
Y esto es aplicable tanto a nadadores de niveles inferiores como a nadadores de élite – (aunque de forma diferente y en proporciones distintas). Así, uno de los más importantes nadadores de todos los tiempos, Alexander Popov, 4 veces medallista olímpico, es bien conocido por su depurada técnica de nado y su obsesión por la eficiencia. Su entrenador, Gennadi Touretski, era un gran defensor de lograr la máxima eficiencia como principal artífice de una mayor velocidad de nado y centró gran parte de su trabajo en limitar las brazadas por largo de sus nadadores. Además, les hacía nadar muchos metros a ritmos más suaves para que asegurarse de que éstos se centraran en una ejecución impecable.
Sin realizar ninguna matización a lo anteriormente dicho, parece bastante claro entonces que, cualquiera que quiera mejorar sus tiempos en natación, tendría que dedicar prácticamente todo el tiempo que pasa en la piscina a trabajar la técnica, ¿verdad? Podría incluso parecer lógico el siguiente razonamiento: “dado que la natación es un 80% técnica y un 20% condición física, voy a dedicar el 80% de mi tiempo en la piscina a realizar ejercicios de técnica”. Pero este razonamiento es una super-simplificación y, desgraciadamente, en éste, como en otros muchos campos relacionados con el deporte, las respuestas más sencillas, aunque parezcan de sentido común, no suelen ser las más correctas.
Existe un extremo muy habitual repleto de triatletas completamente obsesionados con la técnica de natación, que utilizan mil y un artilugios y piensan demasiado mientras nadan.
Y es que por esta vía nos vamos a ese otro extremo tan habitual que suele estar repleto de triatletas completamente obsesionados con la técnica de natación, que utilizan mil y un artilugios y piensan demasiado mientras nadan: “¿estoy haciendo bien el rolido? ¿llevo el codo alto? ¿estoy batiendo bien las piernas? ¿la posición de la mano es correcta? ¿y la mirada? ¿no llevo demasiada frecuencia?”
Pero la realidad es bien distinta. Y es que, en nuestra opinión, la condición física en natación tiene una gran importancia, y mucho más para los nadadores de largas distancias como los triatletas, sobre todo una vez se han asimilado los aspectos más básicos de la técnica de nado.
“La condición física en natación tiene una gran importancia, y mucho más para los nadadores de largas distancias como los triatletas”.
Aunque quizás debamos aquí realizar una puntualización ¿Qué se entiende comúnmente por estar en forma? ¿Tener una buena aptitud cardiopulmonar? ¿tener unos músculos grandes y fuertes? El concepto condición física o forma física tal y como lo utilizamos habitualmente es demasiado vago, simple o amplio y de aplicación poco adecuada a la natación.
“La natación es una actividad deportiva con elementos diferenciales muy importantes”
¿Por qué? Pues porque la natación es una actividad deportiva con elementos diferenciales muy importantes, entre otros:
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- se desarrolla en un medio extraño para el ser humano, el agua.
- se realiza en posición horizontal.
- el proceso respiratorio es muy distinto.
- exige una importante y compleja coordinación de muchas partes del cuerpo
- pero sobre todo, para lo que ahora nos interesa: la parte más determinante de la propulsión y, por tanto, de la velocidad depende del uso prolongado de un grupo muscular muy particular que no estamos habituados a utilizar para esta tarea: el tren superior.
En natación, la parte más determinante de la propulsión y, por tanto, de la velocidad depende del uso prolongado de un grupo muscular muy particular que no estamos habituados a utilizar para esta tarea: el tren superior.
Así, la mayor parte de nosotros, por muy en forma que estemos, carecemos de una óptima adaptación neuromuscular del tren superior que nos permita nadar largas distancias. ¿Y qué crees que debes hacer para adquirir esta capacidad de exprimir nuestro tren superior en un medio extraño y de forma prolongada? La respuesta es sencilla: nadar, nadar y nadar.
Pero es que esta adaptación fisiológica que se logra esencialmente nadando metros en la piscina tiene más ventajas de las que parece. Así, si hemos asimilado los aspectos más básicos de la técnica, solo si obtenemos esa adaptación podremos retrasar la fatiga y mantener prácticamente intactas esas mejoras técnicas durante distancias más largas o imprimiendo una mayor velocidad. ¿O no has experimentado en una serie larga que comienzas nadando el primer 100 como un delfín y acabas con la sensación de estar peleándote con el agua?
“La mayor parte de nosotros, por muy en forma que estemos, carecemos de una óptima adaptación neuromuscular del tren superior que nos permita nadar largas distancias”.
Pero los beneficios de “meter metros” en la piscina no se acaban aquí ya que solo nadando, sin preocuparse de nada más, es muy posible que mejore la fluidez y ritmo de nado. Uno de los problemas que más observamos por esta excesiva obsesión por la técnica y el nadar pocos metros es precisamente el de la tensión: no se nada relajado ni fluido sino agarrotado y tenso, lo que hace que nos cansemos antes y que bajemos la guardia con la técnica que supuestamente habíamos asimilado: todo un círculo vicioso.
Por último, el nadar metros sin preocuparse de nada más tiene una ventaja fundamental a nivel psicológico y motivacional: nos ayudará a disfrutar más en el agua. Si estás relajado y a gusto en el agua, nadando cómodo y relajado, la natación es mucho más placentera y te costará mucho menos realizar esas sesiones que antes te parecían un suplicio. En definitiva, aprenderás a amar este deporte. De este “factor psicológico y motivacional” tan importante hablábamos también en aquel interesante articulo sobre el uso del pullbuoy que publicamos hace unas semanas.
Si has llegado hasta aquí, es posible que te encuentres confuso. “Pero entonces, ¿meto más metros o hago más técnica? ¡No habéis resuelto aún esta cuestión!”
“¿Meto más metros o hago más técnica? La respuesta más correcta sería: depende. Y depende fundamentalmente de en qué lugar se encuentra tu natación, de tus capacidades, de tu pasado como nadador, de tu morfología etc”
No, efectivamente no la hemos resuelto. Y es que una respuesta categórica y tajante a esa pregunta es sencillamente imposible. La respuesta más correcta sería: depende. Y depende fundamentalmente de en qué lugar se encuentra tu natación, de tus capacidades, de tu pasado como nadador, de tu morfología etc. De modo que la respuesta sólo podrás hallarla a través de una buen trabajo de evaluación y un análisis pormenorizado de TU natación por parte de un profesional cualificado.
A priori, y de forma muy genérica, sí podemos afirmar sin riesgo a equivocarnos que cualquier nadador de aguas abiertas o triatleta con cierta forma física en otros deportes que no sea capaz de nadar a menos de 2min/100m durante al menos 400 m necesita priorizar la técnica porque muy probablemente significa que tiene que asimilar los aspectos más básicos de la misma. Pero a partir de aquí es necesaria una evaluación específica del individuo.
“Podemos afirmar sin riesgo a equivocarnos que cualquier persona con cierta forma física en otros deportes que no sea capaz de nadar a menos de 2min/100m durante al menos 400 m necesita priorizar la técnica”
Por este motivo, en Dephion Performance, abogamos por un enfoque completamente personalizado en el aprendizaje de la natación y sobre este principio hemos diseñado y desarrollamos los clínics de natación SwimRight y el servicio de videoanálisis D-SwimRight (que incluimos, necesariamente, en todos nuestros programas personalizados de entrenamiento D-Training tanto para triatletas como para aguas abiertas). Porque pensamos que sólo de este modo podremos determinar de forma precisa y en tu caso concreto cuáles son tus necesidades específicas como nadador y podremos aconsejarte si debes centrarte en la técnica (y en qué apectos claves de la misma) o debes priorizar el nadar más metros para lograr una mejor asimilación. Sólo de este modo lograrás una progresión más rápida y sólida.
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