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La configuración de la parte delantera de nuestra bici de triatlón es, sin duda, uno de los factores que mas influyen sobre nuestro rendimiento en el sector ciclista.
Una vez que empezamos a pedalear y nuestra velocidad supera los 20km/h, la mayor fuerza de resistencia es la aerodinámica. El primer punto de contacto aerodinámico es la rueda delantera y justo después la posición de nuestra manos, antebrazos, manillar…etc. Es por eso un elemento fundamental.
Tanto desde el punto de vista aerodinámico como biomécanico, tiene muchísima importancia. En este artículo os voy a hablar de los factores a tener en cuenta sobre la aerodinámica de la bici.
Configuración de la bici
La configuración de la parte delantera de nuestra bici de triatlón la podemos dividir en:
- Material/Equipamiento: Manillar base, apoya-codos, extensiones.
- Posición: Manos, codos, hombros, cabeza, cuello.
Material
Sección redondaEl material no es lo mas importante, de hecho a velocidades de ~35km/h, que son mucho mas representativas para todos nosotros, corresponde a un ~30% de la resistencia aerodinámica total. El 70% restante corresponde a nuestro cuerpo.
Pero que no sea lo mas importante no quiere decir que haya que olvidarlo, porque si ese 30% esta mal elegido o mal configurado afecta directamente al 70% restante.
Lo más importante del manillar base es que te permita conseguir tu posición óptima ypara ello debe ser fácilmente modificable en la inclinación de los apoya-codos, movilidad lateral (juntar o separar codos) y movilidad longitudinal (acercar o alejar los codos).
Desde el punto de vista de la aerodinámica de la bici, el manillar base es uno de los componentes más infravalorados. La resistencia aerodinámica generada por el manillar base puede llegar a ser mayor que la generada por nuestras ruedas o el propio cuadro.
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Sección redonda
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Forma perfilada
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La mayoría de bicis actuales incorporan un manillar propietario pero si tu bici te permite cambiar el manillar y quieres tomarte en serio la elección del material debes buscar un manillar base con forma perfilada en vez de secciones redondas.
Hay que evitar que el manillar base use abrazaderas para sujetar los apoya-codos y usar torretas en su lugar. Debe tener guiado de cables interno y no mostrar tornillos exteriormente.
Los apoya-codos también son muy importante. Es uno de los puntos de contacto con nuestra bicicleta. Deben ofrecernos una superficie de contacto cómoda y que se pueda mantener en el tiempo.
El material elegido para las almohadillas es clave en esto, como la curvatura del apoya-codo en sí. Poca curvatura hará que con el paso de los kilómetros y el cansancio acumulado tendamos a separar los codos y como consecuencia incrementar la resistencia aerodinámica resultando en pérdida de velocidad.
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Poca curvatura
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Curvatura optimizada
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Y por último las extensiones es el elemento que nos va a permitir colocar nuestras manos en la posición elegida. Hay extensiones totalmente rectas, con forma de S, forma de J, híbridas…
La elección de las extensiones debe ser tomada teniendo en cuenta dónde vamos a colocar las manos.
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Extensión S Bend
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Extensión J Bend
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Posición
Como hemos comentado anteriormente, la resistencia aerodinámica que supone nuestro cuerpo es el ~70% del total, por lo que cobra vital importancia.
La parte en la que tenemos que prestar mayor atención es en la posición de nuestra cabeza. Solo la posición de nuestra cabeza tiene mayor impacto aerodinámico que las ruedas o el propio cuadro.
Debemos intentar que la cabeza quede escondida entre los hombros. Esto es algo poco natural, pero se puede trabajar y merece la pena.
Los hombros es un aspecto que poco podemos modificar porque viene determinado por nuestra genética. Aquí, las personas con espalda “estrecha” tienen una ventaja. Para buscar un plus de aerodinámica podemos rotar los hombros hacía el interior, aunque esto también es algo poco natural y hay que trabajarlo.
Ni en el caso de la cabeza ni en el caso de los hombros estamos modificando nuestra posición sobre la bici. No estamos hablando de ajustes biomecánicos. Son simplemente unos consejos para aplicar independientemente de la posición que llevemos.
Seguimos con los codos, también muy importantes. Los codos sí se tratan de un componente directamente relacionado con nuestra biomecánica ya que se trata de uno de los puntos de apoyo con la bicicleta.
La gente tiende a pensar que cuanto más bajo coloques los codos mejor, y eso es cierto hasta un punto en el cual el beneficio aerodinámico pasa a ser nulo y si seguimos bajando incluso empeora.
Esto depende de muchos factores como el stack real de tu posición, el stack de tu cuadro, el stack de tu manillar y hasta incluso la forma que adopta tu pecho y abdomen en la posición acoplada.
Esto es solo hablando desde el punto de vista aerodinámico, sin entrar a valorar aspectos como comodidad o producción de potencia, los cuales también se ha demostrado que más bajo no es sinónimo de mejor.
Te recomendamos estudiar tu caso particular con un biomecánico con experiencia en triatlón de larga distancia y que le de importancia a la aerodinámica.
No todos los biomecánicos son así. En muchas ocasiones nos encontramos con estudios biomecánicos que te colocan en una posición que sea cómoda sin más. Estamos de acuerdo que para triatlón de larga distancia debemos adoptar una posición que se pueda mantener por la duración total de la prueba, pero no hay que olvidar la optimización aerodinámica.
Hemos hablado de la altura de los codos, pero ¿qué hay de la anchura de los codos? Pues de la misma manera, es un factor muy importante. Como todo, es un aspecto muy personal y cada caso es diferente, pero por norma general podemos decir que juntar los codos supone un beneficio aerodinámico. Se puede demostrar que por cada 2cm que juntamos los codos hay un ahorro equivalente a ~5w.
Por último vamos a hablar de la posición de las manos. Las manos solo es una pieza mas de este complicado puzle de la configuración delantera de nuestra posición. En los últimos años estamos viendo una tendencia a colocar las manos elevadas por encima de la altura de nuestros codos.
De nuevo no podemos generalizar, pero si colocas tus manos de esta forma asegúrate de que tus antebrazos están en contacto firme con los apoya-codos. Esto se consigue usando unos anguladores o inclinando los apoya-codos si tu manillar te permite hacerlo.
Colocar las manos elevadas, si se hace la manera correcta y en consecuencia con otros aspectos de nuestra posición, suele funcionar bastante bien para mucha gente.
De la misma manera, si no se hace correctamente, colocar las manos elevadas puede suponer un desastre. En mi experiencia con numerosas pruebas en túnel de viento, velódromo y aire libre he visto que para mucha gente colocar las manos elevadas ofrece también mayor comodidad.
También he visto que elevar las manos en exceso hace rotar los hombros y que nuestra cabeza se levante de forma automática.
Pero ¿cuánto de elevadas es realmente demasiado? Pues una vez más tenemos que decir la palabra mágica: DEPENDE.
Depende de varios factores y la única manera de saberlo es probar, por eso te recomendamos contactar con un experto en la materia con el material necesario para darte soluciones basadas en la ciencia.